La sexualidad fue puesta por la naturaleza en las personas para garantizar la continuidad de la humanidad; sin embargo, millones de personas solo valoran la parte placentera y asumen la sexualidad solo desde esa perspectiva, descartando la parte de la reproducción.
Millones de personas sienten atracción, sexual o emotiva, hacia personas de su mismo sexo, esto genera controversia de parte de personas que no comparten esta manera de ser, y que creen que solo sus valores son los correctos. Muchas de estas personas son víctimas de odio irracional por causa de su orientación sexual. La homofobia es una actitud intolerante que nace del rechazo a las ideas o actos que no son iguales o similares.
Es reprochable escudarse en religiones o en pseudociencia para calificar los comportamientos no heterosexuales y no reproductivos como “desviaciones” o resultados de “defectos en el desarrollo”. La homofobia es un problema social que debe ser enfrentado de manera enérgica, porque tiene efectos negativos en las personas que son objeto de sus ataques y en su entorno social y familiar.
En varios países se dan servicios de “cura” de la homosexualidad, enfoque conocido como “terapia reparativa” o de “reconversión”. Cualquier esfuerzo dirigido a cambiar la orientación no heterosexual carece de justificación médica, ya que la homosexualidad no se considera una condición patológica. Existe un consenso profesional en que la homosexualidad representa una variación natural de la sexualidad humana sin ningún efecto intrínsecamente dañino para la salud de la persona o la de sus allegados.
La homosexualidad, en ninguna de sus manifestaciones individuales, es un trastorno o enfermedad, por lo que no requiere cura, por esa razón, hace ya varias décadas fue removida de los sistemas de clasificación de enfermedades psicológicas.
La sexualidad es un proceso biológico y no tiene nada que ver con religiones, filosofías, o teorías científicas. Si la naturaleza crea opuestos es porque tiene alguna intensión, si algunas personas no toman el proceso natural, eso es su elección. Cada persona es libre de elegir su sexualidad, ya sea desde su conciencia, desde su biología o desde su mentalidad, pero no deben ser discriminados, ni enjuiciados por alguna causa penal, tampoco se debería promocionar o incentivar esa orientación sexual.
Toda orientación sexual, entre personas adultas y con capacidad para tomar decisiones debe ser respetada.