
Fernando Botero, el reconocido artista colombiano que inmortalizó la voluptuosidad femenina, nos ha dejado a los 91 años, dejando un inmenso vacío en el mundo del arte.
Sin embargo, su legado perdurará eternamente, ya que no solo plasmaba estas figuras llenas de vida con lápiz y pincel, sino que también las moldeaba con sus propias manos.
El fallecimiento de Botero tuvo lugar en su hogar en el principado de Mónaco, donde se estaba recuperando de una neumonía que amenazaba la salud del pintor y escultor.
El artista vio la luz por primera vez en Medellín en 1932 y comenzó su carrera como ilustrador para el periódico “El Colombiano” a finales de la década de 1940.
Su ascenso meteórico a la fama llegó en la década de 1990 gracias a sus imponentes esculturas de bronce, las cuales empezaron a cautivar a las principales capitales del mundo, consolidando así su lugar como uno de los artistas más influyentes y reconocidos a nivel internacional.
La sensualidad y el volumen de sus obras seguirán fascinando a las generaciones futuras, perpetuando su huella indeleble en el mundo del arte.