Al Pueblo lo ha tocado el miedo; no es una alteración hormonal,
sino una actitud de vida.
El Pueblo ve el mundo al revés, porque le quieren hacer siempre “Jaque Mate”,
le inventan libros Santos y Constituciones, para que vea un horizonte inexistente.
Al Pueblo hay que “filmarlo”, para venderlo en un largometraje propio para un Mercado sado-masoquista.