Todos, alguna vez, a lo largo de nuestra vida nos hemos sentido solos, abrumados, y a veces, nos vemos dentro de situaciones complicadas, pero a pesar de todo lo malo que podamos pasar, tener a un “amigo peludo” junto a nosotros, que nos ama incondicionalmente y nos espera en casa para recibirnos con emoción – aún cuando salimos por tan solo cinco minutos – nos brinda un sentimiento de paz en nuestro interior, y es ahí, cuando vemos una luz en nuestra vida y su presencia nos llena de alegría y buenos sentimientos.
Nuestros amigos peludos, traen con sí muchos beneficios, tanto para nuestra salud física como psicológica, está comprobado científicamente que reducen los niveles de estrés y el sentimiento de soledad.
Cuando estamos junto a ellos, nuestro cuerpo aumenta las hormonas de la felicidad, tales como; serotonina, dopamina, oxitocina y endorfina.
Ellos, nos hacen sentir más seguros y realizados, nos traen diversión, y son un gran acompañante al momento de realizar alguna actividad física.
Sin duda, estos seres tan especiales, impactan de forma positiva en nuestras vidas; para muchos, a lo largo de la pandemia, en está época tan difícil, su “amigo peludo” se volvió el más fiel compañero, no solo en esas largas jornadas de teletrabajo o esas horas de estudio frente al computador, sino fueron quienes estuvieron todo el día en casa e hicieron esos días más fáciles y llevaderos, y, cuando nos tocó salir, fueron los emocionados por correr de nuevo por los parques.
Es así, como nuestra presión y el ritmo cardiaco se relaja y nuestra ansiedad se calma. Para los niños, son un gran compañero de juegos y travesuras, y les permite desarrollar el valor de la responsabilidad y el respeto, también nos ayudan a socializar más con quiénes se encuentran a nuestro alrededor.

En la medicina, hay diversos tratamientos que se realizan con la asistencia de nuestros amigos peludos, así, también, a muchos de ellos los preparan y entrenan con el fin de servir a personas con discapacidad o trastornos, pero de ellos hablaremos especialmente en el siguiente artículo…
Doménica Reyes Muñoz – Corresponsal en Guayaquil