Los latinoamericanos debemos actuar inteligentemente contra esa tensión emotiva vertida del insigne grito de ¡Patria o Muerte!, del cual ciertos líderes han vivido cómodamente detrás de esas máscaras, emulando el papel de “Salvadores”, para hacer odiar a los otros; ya que han amaestrado a sus pueblos a temer ser libres y felices por su propio albedrio. “Los pueblos inteligentes luchan contra esa pulsión de muerte impuesta por el más avispado“.
Veamos Cuba… Una alta dirigencia con más de setenta y cinco años de edad promedio, un discurso que no merece la confianza de un pueblo sano, pero ojo:
“Los Cubanos terminaron resignados mayoritariamente viviendo ese vacío mortal. Están paralizados, y por lo tanto no plantean ninguna iniciativa sana, producto de los excesos del Comandante que ha impuesto una relativa calma, entre la cual el Pueblo Cubano vive tropicalmente una muerte anticipada“.