Si no alimentamos la inteligencia de nuestras élites; tragicómico seguirá siendo nuestro futuro.
Nuestra dirigencia por su falta de formación y rigor está sometiendo a nuestro país al hedonismo más profundo. De seguir así, la Derecha y la Izquierda ecuatoriana jamás entenderán por qué el mundo nos sometió sin hacer mayor esfuerzo.
Pasarán los siglos, y seguirá el pueblo viviendo del antiguo mendrugo, y las masas progresando con aullidos de hambre, buscando otro escapulario para una y otra vez rezar las mismas letanías.
Empero el problema más grave es que las élites se siguen traicionando así mismas y nos traicionan con su conformismo. Seguimos históricamente viviendo de algún comodín, ya que nuestras élites carecen totalmente de formación.
Preguntémonos:
¿Cuánto leen?
¿Cuánto estudian?
¿Cuánto aprenden?
¿Cuánto callan para aprender de las nuevas dimensiones sociopolíticas
y de la palabra de los otros?
La dirigencia nacional sigue caminando con sus aires extravagantes y vendiéndonos una nueva ensoñación con la que otra vez nos desplazan hacia nuevos abismos.