La atención plena es una práctica muy simple, es estar completamente consciente y presente en el momento. En todo proceso de descubrir, la investigación es fundamental. Basamos todo lo que conocemos a las experiencias vividas y percibidas por nuestros sentidos, lo que no conocemos es algo que nos cuesta aceptar, pero decimos: para eso está la ciencia, la psicología, la espiritualidad, las creencias…
La atención plena está en el ámbito de la salud mental (la psicología). La psicología clínica ha investigado que esto reduce los niveles de estrés y mejora la calidad de vida. Conceptualmente señala que es la capacidad de atender al momento presente, de una manera no reactiva y sin juicios. Es aprender a ver las cosas como realmente son, no como parece que son.
Esto significa que se tiene el control, no puede haber ningún pensamiento, movimiento o acción, sin que le pida permiso primero a tu conciencia. Si esto no sucede, entonces no se tiene el control de la vida. Cuando se está tranquilo la vida fluye sin ningún problema, pero cuando viene una tormenta (problema de salud, desengaño, perdida económica…) aparece un patrón reactivo típico del ser humano, ancestral, destructivo.

Porque automáticamente se enfrenta eso que le sucede, juzgandolo, huyendo, imaginando, suponiendo… esto lleva a desencadenar sentimientos perturbados que se convierten en emociones como la ira…etc. Y esto se expresa en dolencias físicas como dolores de cabeza, estomago, cambios de presión, arritmia, estrés…etc.
Es por ello, que la atención plena es investigada desde el campo de la psicología clínica. En el mundo ambiguo que vivimos es normal que haya caído la productividad, la inteligencia y creatividad por falta de atención plena. Al verlo desde el ámbito de la mente. Al no poder sobrellevar las tormentas de la vida, es que algo esta pasando con la mente, cuando el estrés es profundo y no se encuentra el espacio de quietud ocurre un desequilibrio en todo el sistema.
Esto lleva a decir que la mente está enferma y se impone al mundo real, el mundo real es uno, pero yo construyo un mundo mental que se superpone al mundo real y lo bloquea. Cuando hay atención plena puedes ver que algunas de las cosas que más te molestan en la vida, las provocas tu. Ustedes no se dan cuenta que todo lo que les sucede es porque ustedes lo causaron y eso no evita los efectos que están experimentando. El desconocimiento de la ley no exime a nadie de su cumplimiento.
Cuando hay atención plena, es posible un aprendizaje pleno, no hace falta entrenamiento, experiencia o enseñanza. El asombro viene de la inocencia, a medida que se explora se descubre como aumenta el asombro, cuando se ha perdido la capacidad del asombro solo quedan conclusiones, por tanto no hay percepción. La atención hace que el SER tenga la experiencia de estar presente.
En la atención el pensamiento no tiene cabida, la concentración no es atención, atención no es meditación, porque meditación es un estado inconsciente de la mente, es decir: solo es posible cuando la mente está callada. Por tanto, hay verdadera “atención plena” solo cuando el ego está ausente.
En otras palabras: solo cuando la persona se vuelve inocente (sin conocimiento) es posible la experiencia pura, que no es otra cosa que meditación y meditación significa ausencia de ruido (silencio) en la mente, esta ausencia de ruido solo es percibida por la atención del mediador en cada momento. Meditador y meditación son dos cosas diferentes que marcan la diferencia entre el ego y no ego.
Edison Suárez – Corresponsal en Sucumbíos.