La Batalla de Pichincha fue un enfrentamiento bélico ocurrido el 24 de mayo de 1822, entre el ejército independentista comandado por el General Antonio José de Sucre y el ejército realista dirigido por el militar español Melchor Aymerich.
La campaña de liberación de la Real Audiencia de Quito habría comenzado con los movimientos estratégicos de Antonio José de Sucre quien lideraba al ejército patriota. El cual, a mediados de mayo de 1822, se acercaba a Quito, sabiendo que las tropas del ejército realista, comandados por el General Aymerich avanzaban rápidamente a su encuentro.
La noche del 23 de mayo marchaban sigilosamente las tropas de Sucre con dirección al Pichincha a cargo de 2.971 soldados, escalaron el volcán de Pichincha para sorprender a los españoles en un frente diferente.

Al amanecer del 24, hallándose en un punto estratégico, el panorama era magnífico y causaba asombro a los que por primera vez pisaban este suelo en el cual se iba a celebrar una de las lides más importantes de la libertad americana. La lucha entre ambos bandos produjo bajas masivas al ejército español, rompiendo su línea, su estrategia y obligándolos, finalmente, a capitular de manera oficial el 25 de mayo de 1822.
La Batalla de Pichincha estuvo llena de significado, de patriotismo, el simbolismo que significó la derrota de las fuerzas realistas y la rendición ante las fuerzas independentistas, junto con el debilitamiento de las mismas, a partir de esta batalla permitió que diferentes territorios lograran su independencia.
Después de la Batalla del Pichincha, los territorios de la Real Audiencia de Quito se anexaron a la Gran Colombia y pasaron a denominarse Distrito del Sur, en la Primera Constitución, en el año 1830, estos territorios empezaron a denominarse Ecuador.
Alfredo Rodríguez, corresponsal en Guayaquil.