
Entre la multitud, falsos héroes elevan con intrigas estrategias y propuestas perversas,
luego, nos enteramos que solo eran unos taimados especuladores y peculadores.
Es difícil el camino para el ciudadano, crecer entre las masas es una cosa que hay que aprender.
“Ciudadanía”, palabra rota por dos cosas “caudillismo y cinismo de hombres sin escrúpulos que siempre atracan en tiempos nunca oportunos”. No obstante, Ciudadanía, es la ruta más larga y tediosa; para ello, hay que contornearse con elegante honradez para vencer a los caudillos y sus secuaces.
El ciudadano debe ser una construcción de porte elegante y debe transformar a la masa para sacarla de esa vieja enfermedad, ya que en ellos habita históricamente el espectro viviente de la locura política y la compasión religiosa.
Preparemos el reencuentro, la Patria no puede seguir malversando el tiempo, no dejemos que los secuaces sigan talando y fabricando otra vez una nueva religión para otra vez una nueva sumisión.
TIRO: 220