A lo largo de la historia republicana de nuestra Nación, no hemos encontrado dignos representantes que nos lleven al desarrollo y progreso. No hemos encontrado un líder que nos guíe y nos lleve a resolver los problemas que se presentan en el diario vivir de cada uno de nosotros.
Por regla general hemos elegido, salvo muy raras excepciones; tránsfugas y trúhanes que se han enriquecido a través del saqueo que han hecho al erario nacional en las diferentes instituciones públicas, muchas de ellas, creadas para un solo fin: Robar.
Pero en todo este periodo republicano de tránsfugas y trúhanes, debemos de resaltar los últimos 14 años de gobierno en donde una pandilla de intelectuales asaltantes saqueó nuestra nación mucho más que todos los gobernantes anteriores juntos.
Catorce años de delincuencia organizada. Catorce años en que intelectuales políticos que vivían del cuento, en barrios populares y viajaban en buses de transporte público, pasaron a ser los nuevos ricos por la corrupción de nuestro país. Con muy pocas excepciones y que son las que dan esperanza de que si se puede salir de la crisis.
Ahora viven en mansiones, viajan en autos de lujos, tienen sicarios a su disposición y, ahora en lugar de comer encebollado, cuy o papita con cuero, comen caviar.
El Ecuador y los ecuatorianos necesitamos dejar atrás gobiernos totalitarios, déspotas, inquisidores represivos, y sobre todo, no permitir que vuelva a gobernar el Socialismo del Siglo XXI.

Es hora de romper con estos “seudos líderes políticos”, así como con las cadenas de miseria, asesinatos, narcotráfico y corrupción que ellos representan.
Es momento ya de buscar una puerta que nos abra un camino hacia una verdadera democracia, la ventana hacia la elección de quien debe dirigir al pueblo, el espacio por el cual el ciudadano puede y debe exigirle a su representante que atienda a sus llamados, y una forma en que la élite gobernante y el ciudadano entren en contacto para crear una relación de intercambio positivo en beneficio de la sociedad ecuatoriana y sin distinción de cualquier índole.
FABRICIO GUERRERO
CORRESPONSAL EN ESPAÑA