La corrupción de los grupos de poder y élites políticas no es diferente a la corrupción del resto de ciudadanos en su actuar cotidiano que puede ser independiente o en un actuar con el Estado. La corrupción es una sola, porque la sociedad elige a políticos demagogos, por intereses individuales o colectivos. La democracia electoral se convirtió en una compra y venta de votos.
Si no confiamos en el gobierno de turno, en las leyes, en el prójimo entonces la corrupción tiene un campo fertil para crecer porque no hay nadie quien la pare. Las élites políticas y económicas practican la política del cinismo en el cual solo velan por sus intereses. Si la corrupción es un sistema también se puede crearse un sistema anticorrupción y el Blockchain (cadena de bloques) es una herramienta muy buena para combatirla.
El blockchain es una tecnología que consiste en el registro digital de datos que no puede ser alterado, esto puede ser utilizado en los problemas sociales y de gobernabilidad como la corrupción, problemas sociopoliticos para manejar de una manera eficiente un gobierno. Este sistema de anticorrupción puede acelerar la confianza en la institucionalidad debido a su alta seguridad informática.

La corrupción no sólo es material, también existe la corrupción espiritual, como el engaño, la calumnia, el egoísmo, son algunos de los problemas profundos del hombre, esto crea en él falta de virtudes que son necesarios para convivir en una sociedad. La corrupción espiritual sólo se la puede superar tomando consciencia de los actos personales y por medio de una educación integral de la totalidad de la vida.
En menos de 100 años, en el siglo XX la ciencia y los descubrimientos científicos avanzaron tecnológicamente como nunca antes. El conocimiento ha sido la comodidad y destrucción de las personas, porque la ciencia ha modificado el genoma humano, está manipulación del ADN esta creando una sociedad violenta, pero el hombre por naturaleza es cobarde y los cobardes no heredarán el reino de los cielos.
La mayoría de personas temen al mañana, por esto el mensaje del Hijo del Hombre es contundente: “acercarse a mi que yo he vencido en la cruz todos sus miedos y si tu permites que yo entre en tu vida te daré un espíritu que no has conocido y no es el espíritu con el cual naciste, porque ese espíritu es de poder, amor y dominio propio”.
Édison Suárez, corresponsal en Sucumbíos.