“La fruta más madura en el jardín de Dios, es el pensamiento que rige el Universo”. Escribía en su libro “EL LOCO”, Khalil Gibrán.
En el reparto de los afanes, nos olvidamos de pensar y de entender la línea infinita del horizonte.
En el reparto de los afanes, nominamos estúpidos al PODER, sin poder enunciar otra idea que: ¡Mesías, Sálvanos!
Así, vivimos dependientemente perdidos…