
Siempre hay que contar con la fecundidad de la incertidumbre, y no dejar que los políticos degeneren en una pedagogía del fraude.
La política debe ser una actitud propositiva, donde se potencie la capacidad de irrumpir en la creación de una nueva estética dentro de un nuevo curso ético mínimo, que nos permita alcanzar otras formas para mejorar la calidad de vida.
Por ello, debemos transformarnos como seres sociales y comprender que la sociedad a la que ineludiblemente estamos obligados a convivir en estos tiempos de la llamada “sociedad” posmoderna”, es algo que va más allá del solo hecho de saber.
Aquí estamos frente a la posmodernidad para aprender a consumir y a consumirnos
estableciendo un mínimo de sabiduría y no vivir existiendo como terminales bobos haciendo lo que el Mercado y el Estado nos obliguen.
TIRO: 129