Los ecuatorianos, en tiempos pasados, cuando llegó la brisa de privatización, salieron a defender los bienes del Estado, ya que iban a ser enajenados a perpetuidad por los gobiernos de ese momento.

En la actualidad, el Gobierno propone la figura legal de la Concesión.
La Concesión, no implica transferir la propiedad del bien, sino transferir la infraestructura para que la empresa privada asuma la administración por un tiempo y valor determinado en el contrato.
La empresa que gana la Concesión debe dar mantenimiento y hacer mejoras, y una vez cumplido el plazo, la obra o infraestructura vuelve a ser administrada por el Estado. Esto ocurre, cuando el Gobierno no tiene recursos, por lo que busca un tercero para que invierta.
Los beneficios son:
1. Pecuniarios
2. Servicios públicos de calidad
3. Fuente de trabajo
Recordemos que en Guayaquil, era un desastre el abastecimiento de agua potable y la recolección de basura, hasta que el Exalcalde León Febres Cordero concesionó estos servicios.
También es pertinente anotar, que el Presidente de la República tiene suficientes facultades para concesionar a la empresa privada la administración de ciertas empresas públicas de manera directa, sin intervención de la Asamblea Nacional.
Conclusión: Con la Concesión ganan los ecuatorianos que buscan trabajo, y quienes desean servicios públicos de calidad.
Antonio Lima – Corresponsal en Durán.