¿Cómo podemos explicar un resultado inesperado, el cual dio el triunfo arrollante en la candidatura presidencial y de asambleístas de la organización política liderada por Correa?
No podemos, como suele ocurrir en cada elección, justificar la derrota con gritar: ¡FRAUDE!
Hemos sido criticos del manejo inescrupuloso y político del CNE por parte de Atamaint y sus consejeros, pero está vez no, no podemos justificar la derrota con el fraude.
Es insólito y hasta preocupante, desde el punto de vista social y psicológico, que los ecuatorianos hayamos votado por quienes durante 10 años de corrupción han saqueado nuestra nación.
Parece que los ecuatorianos somos personas masoquistas, por lo menos el 30% de los ecuatorianos, porque nos gusta que nos roben, nos persigan, nos asesinen o nos sumerjan en el oscuro mundo de las drogas.
Parece que los ecuatorianos somos personas menesterosas que preferimos vivir de la caridad pública a sustentarnos con nuestro trabajo y el sudor de nuestra frente.
Es increíble y, nos dice el grado de cultura y educación que tenemos los ecuatorianos, que al escuchar a, Andrés Arauz, que en la primera semana de su gobierno va a regalar mil dólares a un millón de ecuatorianos, nos volquemos a votar por esa propuesta demagógica que además insulta nuestra inteligencia y que indica que somos limosneros por creer tamaña mentira; de dónde van a sacar mil millones de dólares si nuestro país está quebrado económicamente producto del saqueo de más de 14 años.

Se lo robaron todo, saquearon todo y ahora nos prometen dar lo que no tienen.
Vamos camino a la destrucción de lo poco que queda de nuestra nación si somos capaces de creer barbaridades nefastas.
Debemos empezar a concientizar, educar, orientar a los ecuatorianos para evitar caer en ese mundo de corrupción, droga, asesinatos, que nos esperan con el gobierno de los delincuentes.
Fabricio Guerrero
Corresponsal en Europa