
Está claro que Rafael Correa Delgado fue un aventurero de la política, que gracias a las Izquierdas Naifs, los movimientos políticos de Centro – Derecha, y otros Centros hasta la extrema Izquierda, lo catapultaron a la fama y al poder.
Correa hizo girar la rueda de la fortuna y le pegó al pleno, traicionando a ecologistas, a la Ruptura 25, al MPD, entre otros; y durante 15 años se dedicó a fabricar un mundo distinto al que él ofreció, y transformó a su Movimiento en una “Empresa personal”, para sostener su idolatría por el Poder.
Hoy, ha quedado ahogado con una profunda “parasitosis política” conjuntamente con gran parte de su banda; por ende, la misión evangelizadora de honestidad que él propuso ha naufragado totalmente.
De la mano del joven Arauz, hoy, la fe de su causa sagrada ha sido sustituida por una “fe de revancha”, contra quienes destaparon la cloaca, su pretensión de honradez ha quedado muy aporreada; por tal motivo, como un “desesperado redentor”, dice buscar la “perfección total”, la que él no pudo ejecutar durante 10 años; ya que con su banda solo se centraron en sus “propios negocios” y no realmente en el bienestar de toda la Nación.
TIRO: 88