
La cosa criolla, además de pintoresca y discursiva, carece de cronología lógica, eso me obliga a pensar que hay que hacer un inventario extenso y claro de las deudas sociales, filosóficas, políticas y económicas; entre otras, y construir explícitos mecanismos y criterios, con lo que la ecuatorianidad podría lograr un futuro potente dentro de la posmodernidad.
Para ello, no solo pretender ser nacionalistas o ser globalizadores, sino comenzar a hacer un constructo equilibrado entre ciudadanos, dirigentes y sus entelequias sociales, económicas y políticas.
Los ecuatorianos, lamentablemente seguimos pensando que habrá un “redentor”,
de esos que como siempre no nos han sido útiles, salvo para hacerse útiles para ellos mismos.
El Ecuador debe o tiene el deber de hacer una alianza estratégica entre todos sus quintiles sociales, para hallar una alianza explícita y clara, respecto al bien común, con sentido y con objetivos subjetivos claros, que direccionen la socioeconomía; de tal modo, que le seamos útiles al Universo, pero sobre todo a nosotros mismos.
TIRO: 63