
Con asombro y hasta con fastidio, han visto la mayoría de los ecuatorianos las próximas elecciones; “repletas de escándalos, vicios legales y vicios electorales”.
Unas elecciones con candidatos sin propuestas políticas reales, donde se antepone el circo y no el país. Donde estos mismos juegan a ser ángeles salvadores de la patria y son capaces hasta de regalar dinero cayendo en el más profundo populismo.
Las elecciones del 7 de febrero no serán un acto cívico, serán un acto obligatorio para liberar al país de esos seudopolíticos que quieren llevar al país al precipicio más obscuro donde no hay regreso.
Cuidado también con los políticos disfrazados de ovejas que ya se olvidaron que pactaron en el pasado con el mismo gobierno que ahora atacan para seguir controlando el país. ¡Mucho cuidado!

ANDREA LEÓN GARCÍA
CORRESPONSAL EN QUITO