Muchas voces se han levantado desde hace algún tiempo, para abogar por el cuidado del medio ambiente, para la preservación de nuestra única casa: el planeta Tierra. Ampliamente es conocida por el mundo entero la fragilidad del planeta, especialmente en las últimas décadas, debido al vertiginoso aumento del calentamiento global. Visible es el problema, traducido en desastres naturales en todo el mundo.
Terremotos, maremotos, tsunamis, ciclones, tormentas, deslaves, inundaciones y más, son eventos naturales incontrolables para el hombre y que causan cuantiosos daños entre materiales y la pérdida de vidas humanas.
Nuestro planeta Tierra con todas las bondades que nos brinda para vivir viene siendo maltratado inmisericordemente. El abuso de sus recursos lo ha llevado al límite de su resistencia y desde hace algún tiempo se vislumbran los estragos que afectan directamente a todo ser vivo. Frente a ello, personalidades de todo ámbito, han incursionado en una lucha frontal por estimular la conciencia del ser humano, de adquirir un comportamiento más amigable con la naturaleza. Intelectuales, políticos, artistas, gobernantes, niños, adolescentes, jóvenes, adultos se han reunido, o a cuenta personal han emprendido campañas para estimular la reflexión sobre la implantación de hábitos de preservación y cuidado del medio ambiente.
Dentro de nuestro ámbito imbabureño, Emelnorte se ha unido a esta campaña de concienciación. La empresa eléctrica, para motivar al ahorro de energía, organizó el festival por el cuidado ambiental “La Hora del Planeta”, un evento que cada año, ciudades y comunidades apagan la luz por una hora como acto simbólico que anime a ahorrar energía en la vida diaria, desenchufando aparatos en desuso y cambiando a focos de bajo consumo en áreas de gran uso, entre otras, como rezaba la publicidad de invitación a la ciudadanía.
La combinación del entretenimiento con música, coreografías y el espectacular video mapping, realizado en el Centro Cultural “El Cuartel” previo al apagón de la luz por una hora, atrajo a la ciudadanía imbabureña quienes se dieron cita en la noche del sábado 25 de marzo, demostrando interés, responsabilidad y conciencia del futuro que se heredará a las futuras generaciones. A las 20h30, se apagaron las luces y se proyectaron escenas espectaculares de la maravillosa naturaleza, como un llamado a la reflexión de lo que el ser humano puede perder de no tomar acciones de prevención.
La crianza se da en el hogar, por tanto, urge la necesidad de padres de familia referentes de cuidado del medio ambiente. Enseñar a los hijos desde la primera infancia, con el ejemplo, hábitos como el reciclaje de todos los elementos utilizados en casa, el ahorro de la energía eléctrica, del agua, pueden ser estrategias a aplicar que los niños visualicen y aprendan.
Pequeñas acciones en casa, pueden convertirse en grandes soluciones de prevención y cuidado del medio ambiente y evitar mayores desastres que dañen más nuestra Tierra.