
La presente crisis del Coronavirus ha provocado cambios profundos y radicales en el tejido social, económico y político en todo el planeta, obligando a intelectuales, científicos y empresarios de la tecnología a repensar el mundo, ya que tanto ricos y pobres han sido afectados y alterado su viejo orden, donde los Estados – Naciones están siendo desestabilizados por el descontento general.
Recuérdese, que cambiar las cosas es plantearse problemas, sea para mejor o para peor; pero esta situación particular pone a la mayoría urbana planetaria con más miedos y temores frente al presente, aupados por la persistencia de un pensamiento pesimista.
Frente a ello, la única vía operativa con miedo o sin miedo, es no aferrarse al presente y dejar que la locomotora del futuro fluya dejando atrás el Coronavirus, para que nos lleve inercialmente a ese nuevo orden histórico, que seguramente desde una perspectiva optimista marcará un nuevo renacimiento humano, donde la justicia, la libertad y la sinergia social planetaria, deben estar orientadas a equilibrar la naturaleza con las necesidades humanas, y las empresas obligadas a ser proveedores éticos del Mercado, en tanto el Estado exigido a ser el mejor servidor de la sociedad.
TIRO: 81