
Siempre ha sido una mera ensoñación el concepto de igualdad humana, ya que supone un gran esfuerzo colectivo, para en nombre del bien común crear igualdad, más sucede como toda organización y órgano que siempre hay un “Comandante” que todo termina alineándolo a él.
Luego, resignados todos y todas a rendirle cuentas y genuflexiones al Comandante, que arroja palabras al cielo y luego a la masa, a la que tantos atributos líricos el Comandante les ha otorgado y todo queda fuera del alcance del ciudadano.
¡Por eso, ten claro Ciudadano! Tú al igual que yo, solo somos unas moléculas que queremos seguir viviendo con dignidad y no nutriendo el pelaje del Comandante y sus secuaces
Por eso, no debemos seguir escuchando los “cantos triunfalistas” que exhortan promesas de libertad, democracia y soberanía; ya que ello solo seguirá siendo una evocación dolosa y lírica, si no tiene el ciudadano la fortaleza para mandar a los Comandantes para el carajo.
Si quieres un cambio, “desinfla los aires de los Comandantes”.
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