Vivimos y vibramos,
en esta nuestra “República de promesas”,
entre almas narcisistas
que nos extravían entre destinos extraños.
Aquí habitamos millones de almas
entre políticos y guerrilleros
que apuntan con violencia nuestro sutil destino,
y nos piden que les entreguemos el pan
para que ellos los bendigan.
Vivimos y vibramos,
en esta nuestra “República de promesas”
donde está prohibido pensar con lógica propia.
La Patria, es un colectivo que no debe tener un solo conductor,
peor que quiera que su moral reine sobre lo colectivo,
porque el ser humano “entiéndase individuo”
terminará vacío y vaciado,
por la fuerza cedida a un “super conductor”.
TIRO: 337