Aprendamos a hacer nuestra propia cama, programando la revitalización de nuestra inteligencia colectiva, de tal forma que converjamos en equilibrios aprendiendo como nos elevamos por encima de lo superficial. Si seguimos jugando solo con la palabra, todo esfuerzo será revertido en nuestra contra. Es hora de aprender a mover esta Nación, ajustando las bases de nuestra sociedad a una conducta que deje fluir la energía, de tal forma que produzcamos ecuatorianos que sepan buscar la sabiduría.
Dicen los filósofos taoístas: “La forma de obrar es ser”. Para decir “lo hicimos”, tenemos que obrar todos los ecuatorianos, para lograr ser lo que pensamos que somos.
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