Entre uno de los tantos problemas que enfrentan los ecuatorianos en la actualidad; está la desnutrición infantil, problema que afecta a la niñez en sus niveles de crecimiento. Entorno a este tema, de los datos tomados de Ensanut (Encuesta Nacional de Nutrición del Ministerio de Salud Pública del Ecuador), cuatro de cada diez niños adolece de este problema, por lo que vale destacar que la desnutrición crónica infantil puede traer severas consecuencias.
La desnutrición infantil puede definirse como una condición que afecta al desarrollo de un individuo durante toda su vida, presentando problemas de aprendizaje, sobrepeso, hipertensión, diabetes y problemas de inserción laboral, etc.
Entre las causas que la producen se encuentran:
Insuficiente e inadecuada alimentación del niño y de su madre, lo que produce deficiencia de hierro y zinc, anemia y otras enfermedades que afectan al desarrollo del niño, escasos controles durante el embarazo, el poco peso del niño al nacer, falta de vacunas, de higiene y de alimentos adecuados y balanceados para cada etapa del crecimiento, controles médicos, nivel de educación de sus padres, la forma de cocinar los alimentos, el ingreso económico familiar que incide en una alimentación saludable.
Por lo expuesto, vale destacar la necesidad de enfatizar en esta problemática que afecta a miles de familias, donde intervengan autoridades de salud, cultura, educación, vivienda, municipios y el Ministerio de Economía, de manera que se establezca un plan nacional para el Estado ecuatoriano, con metas realizables y que cuente con un constante monitoreo de los logros alcanzados, asignando con mayor precisión el presupuesto.

Se requiere invertir en NUTRICIÓN, ya que la malnutrición debilita el capital humano, afecta al rendimiento escolar, la solución a la malnutrición empodera a la mujer, disminuye la carga de morbilidad tanto del niño y de la madre durante el embarazo, plantea problemas de talla, carencia de hierro y yodo en las madres, puede aumentar el riesgo de transmisión de VIH, tuberculosis y reduce la posibilidad de sobrevivir al paludismo.
La comunidad internacional puede ayudar a los países a hacer algo más por la nutrición, estos países por sí mismos deberían tomar la iniciativa de volver a asignar a la nutrición un lugar más importante en sus programas de desarrollo.
Como ideas y reflexiones para reducir la desnutrición infantil se señalan:
Dirigir las medidas hacia las personas de menores ingresos, centrar la solución de la desnutrición desde el embarazo hasta los primeros dos años de vida, reducir la incidencia del bajo peso del niño al nacer, corregir los hábitos de alimentación del lactante, aumentar las inversiones para mejorar la nutrición.
Fabricio Freire – Corresponsal en Guayaquil.