En el año 2010 se aprobó en Asamblea Nacional una nueva Ley del Deporte, que conllevó a que el deporte ecuatoriano quedara siendo administrado y manejado políticamente por gente inescrupulosa, atropellando todo principio de “organización deportiva”.
Y es así, como gente inmersa en la burocracia estatal, pasa a decidir el destino del Comité Olímpico, la Federación Deportiva Nacional del Ecuador, las federaciones ecuatorianas por deporte y las federaciones provinciales.
Pierina Correa, por su parte, decidió, con esto a su favor, intervenir la entidad y asumió la Presidencia de la Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas).
Con su pensamiento por haber sido voleibolista: “Soy deportista y sigo siendo deportista, creo en el deporte y la salud”. Estas fueron las primeras palabras de Pierina Correa tras la elección que se desarrolló bajo un ambiente dividido.
La gloriosa Fedeguayas pasa por el momento más grave de su historia, ahora pretenden reanimarla, dejando a su presidenta cesante al cargo.
El grado de devastación de las instalaciones regentadas por Fedeguayas alcanzó niveles desastrosos.

Con un marcado deterioro en instalaciones, equipos para entrenamiento, además de que a los deportistas no se les proporcionaba sus implementos para la práctica por deporte y muchos pensando que con la llegada de la revolución ciudadana iba a salir adelante, poniendo en puestos claves a su gente, sin evaluar si tenían las capacidades, conocimientos y experiencias, prácticamente decapitó al deporte del Guayas.
Inocentes los que creímos que esta era una buena intervención, poniendo en peligro el patrimonio deportivo provincial, dejando ruinas a su paso.
Cómo quieren que surja el deporte provincial, si no se pone gente capacitada en esos cargos, no es solo ser o haber sido deportista como lo menciona Correa, se debe conocer sobre administración deportiva.
Alfredo Rodríguez
Corresponsal en Guayaquil, Parroquia Ximena.