Releyendo a Octavio Paz, Premio Nobel de la Literatura, encontré esta cita:
“Toda dictadura sea de un hombre o de un Partido, desemboca en las dos formas predilectas de esquizofrenia: el monólogo, y el mausoleo”.
El Izquierdismo exótico latinoamericano nos va armando de nuevos simulacros, donde su lógica de poder, es transformar en menos de lo que canta un gallo nuestras naciones en grandes territorios minados.
El Poder está montado sobre vicios de unos seres humanos que nos han propuesto una utopía bastante tramposa; hacer nuevas leyes constitutivas para bien de la Patria.¡Qué improvisación más absurda poner como elemento central de esta fiesta democrática la fe en una Constitución!
Gracias a Dios “la fe lleva oculta la duda”, y como decía el filósofo germano Bertrand Russell: “Ninguna fe es razonable, la fe siempre es apasionada”.
El pensador romano Marco Aurelio sostenía que: “La felicidad de tu vida depende de tus pensamientos”.
¿Qué motiva a estos cerebros nacionalistas iluminados a pensar que una nueva Constitución podría ser la solución para los problemas del ejercicio del Poder y el Buen Vivir?
Nuevamente el Ecuador va ocultando los síntomas, sin corregir el problema subyacente: “La educación”. Ya lo dijo Epíteto: “No son las cosas lo que trastornan a las personas, sino los puntos de vista que estas adoptan respecto a las cosas”.