
Mientras la ciudad de Guayaquil se preparaba para celebrar sus fiestas octubrinas, una serie de hechos sin precedentes empezaron a manifestarse. En un escenario que se vio marcado por el terror que empezaba para unos y terminaba para otros.
A las ya constantes muertes violentas, que se viven en la Zona 8, que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón, se desencadenó una serie de acontecimientos que provocaron el pánico en la ciudadanía. Empezando el jueves 05 de octubre por la mañana, las noticias daban cuenta del secuestro de la exalcaldesa de Durán, Mariana Mendieta, quien fue secuestrada a la altura del Divino Niño en el cantón ferroviario, por 3 hombres que la embarcaron a un vehículo con rumbo incierto. Una pesadilla que terminó la tarde de este domingo 08 de octubre, gracias a la UNASE de la Policía Nacional, quien tras un operativo logró su liberación en el sector conocido como “Los Garabatos” en la ciudad de Milagro.
La tensión empezó a aumentar el viernes 06 de octubre, cuando en otro ámbito mucho más terrorífico y como era de esperarse, las noticias llegaban primero por las redes sociales y luego el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores, SNAI, confirmaba en un comunicado que 6 PPLs de la Penitenciaría del Litoral, fueron hallados sin vida en el interior del pabellón No. 7 de este recinto carcelario. Las víctimas eran nada más y nada menos que los 6 colombianos que permanecían bajo prisión imputados por el asesinato de expresidenciable Fernando Villavicencio.
Y como si esto fuera poco, y para completar la raya que le faltaba al tigre, la mañana del sábado 7 de diciembre, se anunciaba el asesinato de José M, el séptimo detenido en el caso de Villavicencio, que pudo extender un poco más sus horas de vida, gracias a que se encontraba en la cárcel de Quito.
Noticias que provocaron un remezón y que bajo la presión de un pueblo que exigía respuestas, obligó al Gobierno Nacional a cortar cabezas, removiendo del cargo al director del SNAI, Luis Ordóñez, al director general de Investigación de la Policía Nacional, Fausto Cobo y la reorganización de la cúpula policial. Mientras presentó una denuncia penal contra José M., director subrogante del CPL Guayas, quien fue detenido por la policía para que rinda su versión ante la Fiscalía.
Pero antes de que la muerte se les adelante, las autoridades alcanzaron a poner a buen recaudo y ordenaron el traslado de otros 6 reos vinculados con la investigación por el asesinato de Villavicencio.
Y cuando creyeron que ya todo estaba consumado, las muertes obligaron a la fiscalía a apresurar el paso, pues este 08 de octubre mientras anunciaba la conclusión de la instrucción fiscal en la investigación de la muerte de Villavicencio, también daba cuenta del testimonio anticipado de un testigo de los hechos, quien tendría información sobre los preparativos y montos ofrecidos por los autores intelectuales. Además de señalar quienes habrían dado la orden para cometer el crimen. Por lo cual, iniciarán la investigación para determinar a los autores intelectuales del delito.
Las reacciones no se hicieron esperar, Christian Zurita, quien reemplazo a Villavicencio como candidato a la presidencia, en su cuenta de twitter adelantó que el único testigo que no pudieron matar, habría señalado bajo juramento, como responsable del asesinato de Villavicencio al gobierno del exmandatario Rafael Correa, que habría ofrecido a los gatilleros 200 mil dólares y que hubo un primer intento de asesinarlo el 01 de junio en Santo Domingo.
Como era de esperarse, el expresidente salió al paso a defenderse argumentando el retraso de un mes de la indagación previa, la muerte de los sicarios excepto uno, a quien tienen en un cuartel militar y lo hacen acusarlo pocos días antes de las elecciones. Con lo cual, solo buscan impedir su victoria en la segunda vuelta.
Son noticias que se suscitan en un feriado de terror, que aún no termina. Este 09 de octubre se esperan varias actividades cívicas para conmemorar la Independencia de Guayaquil, que gracias a la gesta libertaria en 1820 se declaró a la Perla del Pacífico libre e independiente. Hoy, 203 años después, la historia se reescribe, con una ciudad secuestrada por las mafias y la delincuencia organizada.