En el año 1972 la industria automotriz ecuatoriana naciente le apostó a la creación de un modelo de auto diseñado para cubrir las necesidades de transporte del sector agrícola en las zonas rurales, específicamente de la región Sierra. Dado que este vehículo fue pensado para la zona andina del país, su nombre se identificaba a plenitud con la Comunidad Andina, de ahí su intención de ser exportado a los países vecinos. El hecho, sin duda, marcó el inicio de una industria que llegaría para quedarse en el Ecuador.
A inicios de los años 70, el Ecuador experimentó la era petrolera, lo cual trajo grandes expectativas para la economía nacional que venía dependiendo predominantemente de la producción y exportación de materias primas como el cacao y el banano. La explotación y exportación de petróleo a diferencia de otros productos se volvió muy atractiva por arrojar ingresos mayores y constantes por lo que la economía ecuatoriana creció positivamente por algunos años. En este contexto, durante el gobierno militar de Guillermo Rodríguez Lara se promovió la creación del primer auto fabricado en Ecuador.
El vehículo ampliamente conocido como el “ANDINO” fue diseñado y ensamblado por la empresa ecuatoriana AYMESA a partir de un proyecto impulsado desde el área de ingeniería para adaptar el proyecto BTV de la compañía Vauxhall Bedford. El nombre técnico del primer vehículo fue BTV (Basic Transport Vehicle).
La compañía Aymesa abrió sus puertas en el año 1970 como un dealer de las marcas Vauxhall y Bedford y en pocos años se convirtió en la industria pionera del sector automotriz ecuatoriano tras lanzar el proyecto BTV, que fue anhelado por varios países del mundo y que solo tuvo éxito en Ecuador con el lanzamiento del primer vehículo de fabricación nacional al mercado, el recordado auto ANDINO.
Se produjeron dos variantes del modelo ANDINO: el primero fue una pick-up de baja capacidad, era una camioneta simple compuesta por un motor de 1.200 centímetros cúbicos de marca Vauxhall y una plataforma Bedford, guardafangos y estribos laterales parecidos a los del Jeep Willys, y una carrocería con dobleces de 90 grados de tipo muy sencillo; el segundo modelo fue una pick-up de mayor capacidad con motor de 1.400 centímetros cúbicos que no tenía estribos laterales ni guardabarros en la parte delantera, contaba con una carrocería con curvas sencillas y un chasis más elevado.
La empresa logró producir mil unidades del ANDINO, las cuales fueron comercializadas en territorio ecuatoriano y unas pocas unidades exportadas a la República de Colombia. Sin embargo, el modelo no alcanzó la acogida esperada en el país, razón por la cual no se continuó haciendo mejoras a sus características.
Posteriormente, entre 1975 y 1981, la compañía fabricante del ANDINO produjo vehículos con carrocerías de fibra de vidrios, una variante del vehículo Opel Kadett que en el país se lo denominó “Cóndor”, un auto liviano pero potente. A partir de 1999 la empresa se vinculó a KIA Motors Company de Corea del Sur para ensamblar el modelo Sportage, más adelante, en 2011 la empresa incorporó una nueva línea de ensamble para la fabricación de camiones marca HYUNDAI y se mantiene en funcionamiento hasta la actualidad.
Varios propietarios del ANDINO han logrado mantenerlo en funcionamiento hasta nuestros días, uno del modelo 001 se conoce que está localizado en la ciudad de Riobamba y que ha sobrepasado un millón de kilómetros en recorrido. Según su propietario el modelo se destaca por los bajos costos de mantenimiento y por la capacidad de su motor que no requiere seguidas visitas al taller mecánico.
El vehículo de la imagen se lo vio rodando el 11 de junio de 2021 frente a la iglesia Cristo del Consuelo, en Guayaquil.