Y fueron felices para siempre…
Así terminaban las películas que consumía en mi infancia, “en finales felices”, creando una consciencia en mí y en mi generación, la anhelada felicidad eterna, formando una sociedad insatisfecha.
Nos hicieron adictos a la búsqueda de esa felicidad en personas, cosas, lugares que nos den un poco de esa vida, pero como toda droga el efecto tiene un tiempo de duración y volvemos a quedarnos vacío.

Una vez escuché: ¿Qué relación tiene el cambio climático con la psicología?
Entre diversas opiniones comprendí que el humano cambió, que lo que pasa afuera es un reflejo de lo que pasa adentro, que nuestro exterior es un reflejo de lo que llevamos adentro y que la verdadera felicidad esta basada en momentos, en la quietud de nuestra mente y la claridad del corazón.

Aún así, a veces mi mente me vuelve a preguntar si voy a conseguir esa felicidad.