
La agricultura, en general, necesita ser atendida de forma integral por el gobierno, declarando como Política Pública del Estado su cuidado y aprovechamiento.
Con una buena estrategia política se evitaría que nuestros jóvenes abandonen el agro buscando mejores fuentes de empleos en las ciudades, lo que en la realidad pasa es que crecen las filas de desempleados, y en muchos casos aumentan las bandas delictivas.

La agricultura no necesita teoría; necesita práctica, ejecución, y recursos para mejorar su rendimiento.
En el campo, gracias a Dios, hay poca contaminación ambiental, los niños y jóvenes ayudan en las labores agropecuarias a sus padres después de cumplir con las horas de estudios y en vacaciones, se ganan un incentivo económico con el sudor de su frente.
Los políticos deben entender que la vocación de los ecuatorianos es agropecuaria, deberían olvidarse de novelerías, como la de pretender convertirlo en un Paraíso Fiscal, o en un Centro Internacional de lavado de activos.
AURELIO CHILA
CORRESPONSAL EN BALZAR