
“El hombre falso ama lo que es falso”.
Nos hablan del espíritu revolucionario,
de la revolución desde hace más de 60 años,
pero es una contradicción, en sus términos
se asegura igualdad; sin embargo,
se oye un acento gamonal:
Los Castros gobiernan sin que los puedan fiscalizar
pues los Castros son “El sol de la incandescencia”.
En tanto, el pueblo cubano
cada uno va con sus tareas y heridas,
con sus riesgos y excesos,
sería poco prudente atarnos
a una revolución como la cubana,
eso sería muy pesado;
y luego nos daríamos cuenta
de que la revolución es “pura palabra”
que solo ha rebajado la condición social
hasta la más torpe masificación.
De verdad hablan bien, pero no tienen paciencia,
han captado tanto poder que engañaron diciendo
que era por “infinito amor”,
pero la verdad, es que nada tierno tiene su revolución.
TIRO: 346