¡Abajo los salvadores! La vida solo sirve para salvarse de sí mismo, y punto.
El orden de la razón; está en la fuerza del individuo, que debe conciliar con el otro para encontrar la gobernabilidad y hacer juntos un proceso de evolución humana.
Quien se reconcilia con lo que lleva adentro; camina mejor, y quien está esperanzado al otro, al puro hecho externo, termina penando en el Cielo de la Impotencia.
