El sistema democrático, es el único que da garantía para que la mayoría de las personas progresen; “en las dictaduras solo progresan los miembros del Buró”.
La Democracia permite el desarrollo, porque su fundamento es; “toda persona puede ejecutar cualquier acto mientras no ofenda a los demás”, en las dictaduras solo se puede hacer lo que la voluntad del tirano permite.
Vivir bajo un régimen democrático tiene un alto costo, por lo general; es la vida de miles de personas que decidieron sacrificarse para que sus hijos tengan mejores oportunidades de ser felices.
Los diez años de la dictadura correísta fueron muy duros, cientos de personas fueron vejadas, decenas recibieron palizas, hubo asesinatos que siguen impunes. Cientos de miles de ecuatorianos no tienen acceso a los servicios básicos porque los administradores del Estado hicieron desaparecer alrededor de setenta mil millones de dólares.
En la última elección presidencial, miles de personas cerramos filas contra el candidato del correismo. Cuando Moreno fue posesionado, creímos que sería un títere del Tirano, pero al poco tiempo se observó que sería un gobierno distinto, que llevaría a nuestro país a un régimen democrático, y de a poco lo va logrando.
Mantener cualquier sistema político tiene un costo. La dictadura necesita de publicidad constante respecto a la personalidad idealizada del Tirano para convencer a la población que el tipo es infalible, bondadoso con sus seguidores, e implacable con sus detractores. Una democracia, necesita que sus funcionarios públicos cumplan con su trabajo de acuerdo a lo establecido en la Ley, y que los ciudadanos particulares desarrollen todas sus capacidades en libertad pero respetando la libertad de los demás.
Varios expertos en política aseguran que las próximas elecciones son fundamentales para el futuro de los ecuatorianos debido a que el actual gobierno es de transición, estamos saliendo de una dictadura implacable que se apropió de todas las instituciones; por lo que de ganar las elección el candidato del correismo se apropiará de todos los medios de producción, terminarán con lo poco que se ha recuperado de institucionalidad y de Estado de Derecho.
Ante esta realidad, se esperaría que los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) se comporten de acuerdo a lo que la ley les obliga, esto es que acatar las resoluciones de su órgano superior, el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), en cuanto a la participación de los candidatos de la organización Justicia Social.
Ante la falta de argumentos legales para allanarse a la sentencia del TCE, los consejeros; Enrique Pita, José Cabrera y Luís Verdesoto, asumieron una actitud taimada y decidieron no asistir a las Sesiones del CNE.
Pita, Cabrera y Verdesoto, decidieron no cumplir con su trabajo de acuerdo a lo previsto en la ley, no les importa poner en riesgo la poca democracia que tenemos en el Ecuador, para ellos lo más importante son sus intereses particulares, de acuerdo a lo denunciado de manera pública por el Dr. Ángel Torres, juez del TCE. Esto es muy grave, sus nombres ya están registrados en la memoría colectiva como lo que son, pero no debería quedar impune en el ámbito legal.