
La intransparencia acaecida en el Consejo Electoral, hace que los actores políticos pequeños que no tienen participación en el Consejo tiendan a evidenciar nuevamente que pueden ser víctimas de una partidocracia que no quiere libre competencia.
Tres Tribunos que no dieron quórum, al salirse del sendero democrático volvieron a imponer al Ecuador la visión de un par de caudillos que pretenden imputar su criterio a través de tres Consejeros, cuya lealtad no ha obedecido a la democracia sino al poder de unos caudillos envejecidos en el viejo juego de la manipulación feudal.
En resumen, la democracia fue otra vez violentada al ritmo de birlibirloque, lo que nos obliga a trabajar para que nazca una fuerza de ciudadanos democráticos que no dejen que el país quede capturado por promiscuas hordas del “quehacer” político” y entiendan qué:
“La fuerza de los grandes liderazgos no está en el cuerpo ni en sus armas, ni en sus habilidades inescrupulosas, sino en la profundidad de su honestidad intelectual, espiritual y material” para transformar a la nación.
TIRO: 170
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