
“Ñaños” como buenos monos se decían los tres hermanos: Rafael, Fabricio, y Pierina, los tres educados en Colegios Burgueses, aunque con algunas carencias económicas su familia se esforzó para sostenerse a la altura social que sus apellidos habían aquilatado a lo largo de la historia de los Correa Delgado, y por más que reniegue Rafael, su estirpe llevaba por todos los lados lo que a él lo enfadaba “Ser pelucón”.
Así, los tres hermanos se esforzaron para no perder el estímulo de saber crecer con dignidad. Rafael, siempre enfadado con la burguesía que lo amparó, y aunque reniegue, Rafa tiene estirpe de gamonal que se desguaringó. Los tres con poderosa fuerza y ambición propia de quienes sintieron que algo les faltó; por ende, con suficiente ñeque para empujarse en la vida, y poder crecer en todas las direcciones.
Hoy, los Correa, no quieren perder el Poder, Fabricio, juega de Derechista, y Rafa de libero -izquierdo, y la ñaña, de catalizadora del siguiente incidente político, en nombre de su hermano el defendido Rafael.
El apellido “Correa”, se volvió un monólogo inacabable en la Patria. Fabricio como Caín frente a Abel (Rafael), Rafa como la reinvención de Cristo, y la ñaña Pierina, como la ayudante de la madre de nuestro “cuasi Cristo”, esperando su resurrección política.
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