
¿El hombre es una máquina de pensar
o una máquina de amor?
Aquí la humanidad,
perdida entre sus laberintos
y sus desmanes mentales,
y su ánima que se fortifica
de acuerdo a la contextura de cada alma.
Aquí también cada hombre
queriendo integrar “materia y alma”,
como las computadoras que hace rato
ya supra integraron software y hardware,
para comenzar a animar
la vida diaria humana.
Aquí el inefable hombre,
frente a las máquinas y ordenadores
que sí saben cómo organizar sus acciones;
en tanto los seres humanos
por más que se encomiendan a Dios o al cosmos,
no saben cómo organizar
la química de su cerebro,
peor la de su espíritu.
TIRO: 92