
La dolorosa crisis globalizada del COVID-19, trajo entre otros debates el cuestionarse:
¿A quién salvar primero?
¿A los más viejos o los más jóvenes?
¿A los más sanos o a los más enfermos?
Frente a estas varias disyuntivas morales se encendieron muchas voces, que al enterarse de que se privilegiaría a los más jóvenes y a los más sanos, en casos de que no existiera otra alternativa, muchas voces elevaron su malestar y disconformidad frente a este aparente dilema que pareciera deshumanizar nuestra visión existencial.
Pensé y recordé ese viejo principio de la Contabilidad clásica, el famoso método FIFO, “First In, First Out”, “primero en entrar, primero en salir”; y pude comprender que la lógica económica y la racionalidad biodinámica tienen principios similares por los cuales: “los que llegamos primero nos toca irnos primero”. Por otro lado, recordé lo que se me explicó en economía de costes, el “costo de oportunidad”, que aplicado a los costes del rescate de un barco hundido, solo se debe sacar lo que está realmente sano, y a lo otro se lo debe dejar que siga viviendo en el fondo de los mares o de la tierra.
Qué difícil dilema analizar los costes que producen las circunstancias de la mortalidad, pero en buen resumen: Solo deben salvarse en estos casos lo que primero debe salvarse, que son los que recién llegaron y tiene la probabilidad de disfrutar más la vida de los que ya estamos próximos a la salida.
“First In, First Out” – FIFO.
TIRO: 35