“Una nueva sociedad creada con los pilares de la bondad y los cimientos de la educación, será una sociedad sabia”.
Para crear esta nueva sociedad se debe examinar y comprender la estructura que se está eliminando, para lograr comprender lo que se ha construido, se debe comprender el proceso psicológico de las personas. Sin ese conocimiento propio no puede haber evolución, y una evolución es esencial.
No una revolución de las de tipo sangriento, que es la que propone la actual sociedad, sino una evolución que lleva a la acción por obrar el conocimiento propio. Esta es la única evolución duradera y estable, porque el conocimiento propio es un movimiento constante de búsqueda y de sentir, en él no hay refugio alguno (no hay esclavitud), es un fluir continuo de percepción de lo que realmente somos.
Unificar el “propósito común” de crear una nueva sociedad a través de la Ontocracia. Todos lo desean y es posible, debemos inspirar la voluntad y despertar la conciencia para lograr esta “nueva sociedad”.
Los sistemas políticos están caducos y es hora de trascenderlos, para ello; se debe reconocer el avance de las sociedades dentro de los sistemas tecnológicos y usar esta herramienta para beneficio de la misma.
La Democracia y la Sociocracia son sistemas políticos caducos. La Democracia tiene una vigencia de dos mil años, es de origen griego y esta significa Cracia=Poder y Demos= Grupo o pueblo, entonces es el “poder de un grupo”. La Sociocracia viene de la palabra Socio=Sociedad (grupo social) y Cracia=Poder, entonces es el “poder de un grupo”.
Según las definiciones parecería que los dos sistemas son iguales, pero la diferencia radica en que la Democracia es la búsqueda de poder de un grupo contra otro grupo dentro de una sociedad, mientras que la Sociocracia es la búsqueda de poder de un sistema social contra otro sistema social.

Por otro lado, la Ontocracia viene de la palabra Ontos=SER y Cracia=Poder, entonces es el “Poder del SER”. El Ser, involucra todos los aspectos del individuo desde lo físico, emocional, mental y espiritual, de salud, no se basen en un ideal, sino en un proceso evolutivo.
La Ontocracia no es un partido político, ni un gobierno, sino un sistema práctico en el cual todos pueden resolver las necesidades sociales, no a través de ideas, sino a través de acciones coherentes.
La Ontocracia exige una responsabilidad directa de cada individuo dentro de la sociedad.
Edison Suárez, corresponsal en Sucumbíos.