Cuando la historia se escribe desde la manipulación “simbólica”, la cámara oscura reproduce grandes trastoques. Al empresario Briz, le cortaron la cabeza los guerrilleros que nos quieren convencer desde el poder que ellos se jugaron la vida en función de la Patria y de su Pueblo, en tanto le enviaron su cabeza como trofeo a su familia; mientras asaltaban Bancos, secuestraban personas y asesinaban gente, justificados en sus picardías intelectuales.
Hoy con fondos del Estado y con beneplácito del Poder hay un Parque para la memoria, el Parque Julio Andrade, en Quito, evocando los nombres de los radicales que murieron en nombre de su tan cacareada revolución.
Les pregunto:
¿Y dónde queda el rol histórico de esa gente a la que los guerrilleros asesinaron y cercenaron?
¿Dónde queda el trabajo eficiente de la policía y de nuestros militares?
TIRO: 422