
Lo cierto es que a estas alturas del parto, los Socialcristianos no muestran mayor interés por empujar la carreta, y Lasso, solo ha logrado espurrios y pequeñas alianzas con grupos de poder menor.
Hay gente que está convencida que Lasso perdió sinergias al poner encima de su frágil cuerpo, el pesado karma Nacional Social Cristiano. Otros en cambio sostienen que Nebot ajustó a Lasso, en una especie de trampa o vendetta, en la cual le ofreció pactar con el banquero pero que no hará énfasis en ninguna campaña.
Nebot y Lasso, hicieron su enlace político obviamente “no matrimonial” pero sí en forma de “unión libre”, en la calle Numa Pompilio, del 120 al 122, en la casa de Pepito Nebot, hermano de Jaime y consuegro de Guillermo, después de muchos años que Nebot ni siquiera le contestaba el teléfono a Guillermo.
Un pacto que se evidencia de acuerdo a las fotos, que más parecía un compromiso de unas familias medievales, donde una de sus hijas había sido ofendida porque el hijo primogénito de la otra familia la habría preñado sin ningún tipo de amor.
Más el problema principal es que Lasso no despierta las simpatías necesarias y por más que su encuestador de cabecera, Don Polibio C. diga lo contrario, Lasso tiene cuesta arriba esta operación electoral.
Por todo lo expresado, si estos caballeros de alta alcurnia política y financiera no quieren compartir el mismo sepulcro sin asco ni rencor alguno, tienen que ponerse a trabajar usando sinergias en favor de su propuesta, de lo contrario, el pacto de la Numa Pompilio Llona, vieja calle colonial de Guayaquil, será un estruendoso fracaso.
TIRO: 101