Quien busca un auténtico y “Real Yo”, se extraviará entre conflictos y visiones particulares, entenderá que su escala y escalera de bienestar depende de muchos mecanismos y factores bioquímicos y psicológicos, que llevan a cada Yo distinto, y al propio Yo, de acuerdo a actos que nos hagan actuar diferente a lo que pensamos; que es nuestro “Real Yo”.
En fin, “EL REAL YO”, no es un Yo propio; responde siempre al otro, y termina siendo disipado.