Con indignación nos enteramos los ecuatorianos que el Gobierno de Lenin Moreno, a través del Decreto Ejecutivo No. 1057 del 19 de mayo de 2020, decidió extinguir y posteriormente liquidar la Empresa Pública de Ferrocarriles del Ecuador, el Decreto en mención, está en flagrante contradicción con la Constitución de la República (Art. 379) y además no se enmarca en el Plan de Gobierno referente al fomento de empleos y reactivación económica.,
Cualquier intento de vender los activos esenciales de la Empresa de Ferrocarriles como son las locomotoras, vagones, rieles, terrenos sobre las que se asientan la infraestructura de talleres y estaciones, constituye una escandalosa violación a nuestra Constitución, ya que claramente ordena en el Art. 379: “Son parte del patrimonio cultural tangible e intangible relevante para la memoria e identidad de las personas y colectivos” y que, le corresponde al Estado salvaguardar los bienes culturales patrimoniales del Estado, los mismos que por orden de nuestra carta magna son “inalienables, inembargables e imprescriptibles”.
Sabemos firmemente que la empresa es rentable, pues en todos los países del mundo lo es, más aún nuestro sistema ferroviario con sus paisajes naturales hermosos y extraordinarios, que ha logrado premios internacionales ganados varios años seguidos, pero sorprendentemente en nuestro país no logra su objetivo de dinamizar la economía. ¿Por qué será?

¿Será que los Gerentes y empleados no lo supieron manejar y fueron torpes administradores y operadores, o hubo corrupción?
Una tercera opción, que para mí es la más creíble, es que el Gobierno nos miente. Ya que, según datos de los empleados ferroviarios, la empresa tenía un déficit de 2 millones por culpa de la pandemia al estar paralizado, déficit que no es nada, sí consideramos que la empresa tiene activos por más de 350 millones.
El tren no se vende ¡Durán lo defiende!
ANTONIO LIMA
CORRESPONSAL EN DURÁN