Los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) enjuician a los jueces del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) porque aseguran que se entrometen en sus funciones.
Los jueces del TCE denuncian en la Fiscalía a los consejeros del CNE para que los investiguen por desacato.
La presidente del CNE permitió que participe el candidato presidencial del correísmo usando como argumento un sofisma; “es su derecho humano”, y no le importó lo prescrito en el Código de la Democracia. Sin embargo, se opone a la participación del candidato presidencial del Partido Justicia Social.
La mayoría del electorado ecuatoriano vota por personas, no por partidos políticos, porque está convencido que los dueños de los partidos políticos son los causantes de la crisis.
Los consejeros del CNE son cuota política de varias organizaciones políticas, pero se esperaba que actúen apegados a lo ordenado en la Ley Electoral y no con el direccionamiento y dedicatoria por demás descarada.
Se dice que hay que ser honrado y también parecerlo, y hasta ahora; los consejeros del CNE han hecho su mejor esfuerzo para no parecer honestos.
Millones de ecuatorianos no sienten confianza en su trabajo, desde ya dudan que los resultados de las próximas elecciones vayan a reflejar la voluntad popular depositada en las urnas.
La presidente del CNE intentó vender la idea que el 15 de diciembre era la fecha tope e inamovible para que se disponga la elaboración de las papeletas electorales, pretendió engañar a los ecuatorianos, cuando es conocido que el calendario electoral puede modificarse, y la fecha inamovible es la posesión de los nuevos asambleístas, Presidente y Vicepresidente.

En algo que todos estamos de acuerdo, es que las elecciones del próximo año son de importancia fundamental para la vida de millones de ecuatorianos. Esto, porque al ser el actual gobierno una transición de la Dictadura hacia la Democracia, existe el peligro real que el candidato del correísmo gane la Presidencia del Ecuador.
Por esto, es importante que las elecciones del 2021 no se las realice bajo la administración de los actuales consejeros del CNE, deberían renunciar o ser destituidos, y los suplentes deberían asumir la dirección del Organismo de Administración Electoral.