Un tema que se discute en estos días por parte de los representantes de los trabajadores de la empresa privada y del gobierno actual tiene que ver con el incremento del salario mínimo para fines de este año o para inicios del año 2022, situación que al momento está en análisis. Por otra parte, el ingreso laboral que recibe un trabajador ecuatoriano es de US$400 según la ley, valor que no se ha incrementado en los últimos años debido a la serie de dificultades presentadas; producto de la pandemia del Covid19, y que ocasionaron un deterioro en el crecimiento económico y el desarrollo social del país.
Las dificultades presentadas derivaron en episodios de alta desigualdad y vulnerabilidad, pudiendo observarse situaciones crecientes de pobreza y de pobreza extrema, las medidas tomadas originaron además de la pérdida de empleos, la reducción de los ingresos laborales para las familias, conduciendo a las familias a condiciones de precariedad laboral. Vale destacar que la pandemia tuvo un impacto fuerte en determinados grupos de la población del Ecuador. Como resultado, las medidas impidieron trabajar a muchos, evitando el acceso al desarrollo de sus actividades y generar ingresos que les permitan mantenerse fuera de la pobreza.
Además del escenario expuesto, la percepción de los jóvenes en torno al mercado de trabajo y las condiciones que se les ofrece para iniciar su vida laboral es que existe un marcado adultocentrismo, donde el mercado no se adapta a los diversos contextos y que adolece de fallas al momento de generar opciones que potencien su preparación, considerando su falta de experiencia. Por lo tanto, generar trabajo es vital para el desarrollo del Ecuador, ya que aun permanece el reto de reducir las desigualdades de los ingresos y ampliar la protección social.
También el mercado de trabajo para los jóvenes está altamente correlacionado con las condiciones macroeconómicas, mercado que a su vez puede ofrecer un enorme potencial que debe ser visualizado por las autoridades de turno por su capacidad productiva. Derivado de las condiciones que produjo la pandemia, una gran parte de jóvenes se encuentran en condiciones de lo que se denomina empleo inadecuado. Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), se define como empleo inadecuado a aquella condición en la que se subutilizan las capacidades del trabajador o que operan en condiciones que limitan su bienestar.

Al respecto, el mercado laboral requiere de bases estructurales que se orienten al adecuado funcionamiento de las relaciones entre los empleadores y las personas que buscan trabajo remunerado. Según estudios previos, los indicadores de equidad en el mercado laboral se asocian directamente con el grado de prosperidad que puede alcanzarse en los países, pues existen evidencias de que las mejoras en este ámbito repercuten positivamente en el crecimiento económico, en la seguridad, protección de las personas y en la inclusión social.
En conclusión, si bien en Ecuador el empleo se encuentra en situaciones primarias, otro segmento se desempeña en actividades comerciales, donde no hay mayor desarrollo u aporte que genere valor, sin descuidar las actividades relacionadas a la construcción, que en los últimos años no ha tenido mayor despegue. Se sugiere que se de una revisión al vínculo entre el nivel de educación y la fuerza laboral, que permita el desarrollo del país, con la aparición de nuevas industrias y formas de empleo y, que además, pueda mantener a la población en estado de pleno empleo.
Fabricio Freire Morán – Corresponsal en Guayaquil.