Horst Bendix, es un jubilado alemán de 92 años que diseñó una turbina eólica que genera hasta tres veces más electricidad que los aerogeneradores tradicionales. Las empresas del área de energías no contaminantes están en continuo crecimiento, de manera constante buscan nuevas tecnologías y fórmulas para mejorar la eficiencia.
Bendix se jubiló en 1995, trabajó como jefe de investigación y desarrollo en una empresa de ingeniería con sede en Leipzig, y 27 años después desarrolló un invento podría ser la solución a los problemas de espacio y de eficiencia que tienen algunas instalaciones de molinos de viento en todo el mundo.
José María Almira, es un español de 93 años de edad que desde hace más de 30 años ha venido creando productos que facilitan la vida de las personas. Uno de sus primeros inventos fue el pincho de la sombrilla después de que su parasol saliera volando en la playa. Hace pocas semanas inventó un soporte de aluminio que ayuda a las personas con movilidad reducida a cambiarse de ropa, esta idea surgió a raíz de la necesidad de su esposa para realizar esta actividad. Este invento ya está registrado.
No importa si un invento llegase a costar cientos de miles de dólares, o apenas unas decenas, está comprobado que el espíritu emprendedor no se apaga con la edad ni con la jubilación. La persona emprendedora lo es hasta la muerte.