
Marcela Barreiro Moreira
(Foto de archivo personal)
Marcela Barreiro, inició sus estudios en Producción y Realización para Radio y Televisión en el ITV en Guayaquil, debido a su interés por estudiar cine, y la falta en ese entonces, de un sitio para cursar esa carrera en la ciudad, “pensé que la televisión me podría acercar a un lenguaje visual aproximado”. Más tarde, Barreiro, realizó la Licenciatura en Artes con Mención en Gestión Cultural por la UEES (Universidad de Especialidades Espíritu Santo) y además culminó recientemente una Maestría en Investigación en Arte y Diseño en la Universidad Autónoma de Barcelona. Marcela, nos comenta: “todo esto me ha permitido comprender las dinámicas del arte desde diferentes aristas, es decir, gestionar exposiciones, pero, también participar como artista en exposiciones individuales o colectivas, ser parte de una residencia artística como Simbionte, que se realizó en el 2019, en la ciudad de Macas, en relación a la selva, arte y biodiversidad; escribir sobre el trabajo de otras artistas o gestionarlas”. En marzo de este año, Barreiro recibió la mención de Honor en el Salón de la Mujer de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, con su obra “Trans-monetario”, misma que como nos relata la artista «cuestiona la ausencia de representación de figuras femeninas en la extinta moneda “Sucre” ». En la actualidad, se desempeña como docente de Arte en la Universidad Nacional de Educación del Ecuador, y a su vez, se encuentra gestionando una residencia de investigación artística universitaria en dicha institución.
1.- GS: Al observar tu vínculo entre arte/sociedad ¿Te has percatado de qué manera tu obra acciona la conciencia en el contexto social?

Instalación / Cuenca (2019)
(Foto de archivo personal)
MB: Desde mi experiencia, puedo aludir a casos puntuales, por ejemplo; cuando presenté la propuesta “La basura deviene pez”, en la Galería Saladentro de la Ciudad de Cuenca, una pareja de la tercera edad se acercó a indicarme que a partir de ver la pieza artística recordaban que cuando eran jóvenes ellos compraban leche utilizando su propio envase y que les sorprendía que actualmente las marcas comerciales utilicen envases y utensilios desechables para todo (la envoltura de la hamburguesa, el vaso para la gaseosa, las 4 servilletas, la funda de las papas fritas, la funda para meter todo lo que ya está en funda) y cómo eso no hace más que generar basura, que no se trataba de reciclar, sino de evitar generar desperdicios. De esa manera, pienso que el gesto de conectar con una idea reflexiva a partir de visualizar lo que propongo, se podría decir que se alude al pensamiento crítico, sin embargo, considero que el alcance es mínimo, las exposiciones artísticas o la visibilidad que tiene el arte sigue llegando a un público reducido. A mí sí me interesa que el arte sirva para generar preguntas en el espectador sobre nuestras prácticas personales y sociales, me atrevo a decir que el arte sirve para eso, para preguntar(se).
2.- GS: Háblanos sobre tu proceso creativo ¿Sigues una linealidad o abordas y seleccionas episódicamente los temas?
MB: Si algo me apela, trato de traducir esa inquietud al plano artístico, puede ser algo que me acompañe de manera flotante durante un buen tiempo, en ese sentido no considero que exista una linealidad, en mi caso, investigo sobre el tema a profundidad, reviso datos, leo libros, consulto en internet, converso con la gente, y solo cuando pienso que tengo la suficiente información, trato de que esa investigación se refleje en el material, técnica, etc. Las pautas podrían ser; pensar que tienes algo que decir, que eso que tienes que decir pueda generar una conversación con base a preguntas contigo o con el otro, y buscar, cómo el lenguaje artístico material o virtual podría apoyar a generar ese tipo de diálogo.

Instalación / Macas, Ecuador (2019)
(Foto de archivo personal)
3.- GS: ¿De qué forma contrastas tu investigación en arte desde el quehacer artístico con otros tipos de investigación?
MB: Si bien es cierto que la investigación científica dice basarse en pruebas comprobables, aunque podemos también decir que se ha demostrado con el tiempo cómo una investigación científica manipula sus resultados según sus intereses (farmacéuticas por ejemplo); la investigación basada en las artes parte desde la subjetividad del investigador, el contraste podría verse en que el investigador admite que lo hace desde su subjetividad como investigador y como artista, y a la investigación científica pareciera que le cuesta admitirlo. Parto desde mi subjetividad como investigadora, como artista, desde lo que me interpela, que puede ser personal y también público. En otro tipo de investigación ajena al arte, se dice ser objetivo al investigar, no creo que en el arte sea necesario acudir a posicionarse desde una supuesta objetividad.

Mixta: acrílico y óleo, Billetes de Sucre / Guayaquil, Ecuador (2020)
(Foto de archivo personal)
4.- GS: ¿Tus referentes desde la gestión, la investigación y la práctica artística?
MB: Tiene que ver mucho con el tema que vaya a trabajar, a medida que investigo sobre un aspecto voy encontrando otras referencias diferentes a las del punto de partida, pero, reviso constantemente lo que realizan artistas locales e internacionales contemporáneos a través de sus redes sociales, estoy muy atenta a lo que a nivel literario se publica en el país. Andrea Soto, es una filósofa chilena que problematiza el pensar con las imágenes, sus aportes me apoyan a cuestionarme los aspectos que investigo. Olga Beltrán, es una artista ecuatoriana fallecida que vivió en Barcelona-España en los años setenta, de la cual investigué, y desde la gestión intento que se abra un espacio a otras voces en el campo del arte que han sido invisibilizadas, y que considero, por lo que plantean desde sus propuestas artísticas; se las debería agenciar.

(Foto de archivo personal)

Investigación y curaduría
(Foto de archivo personal)
5.- GS: ¿Haz podido reflexionar desde tu labor artística acerca del contexto pandémico por el que estamos atravesando?
MB: Sí, estoy trabajando en una pieza que tiene que ver con cómo me muevo en mi espacio físico a raíz de la pandemia. Esto parte de leer noticias que planteaban la posibilidad de que se nos monitoree para así poder llevar un control de los sitios donde acudimos y si es que estamos contagiados de COVID-19 poder saber a qué otras personas pudimos contagiar en los sitios visitados.
Pensé que sí podrían llevar un registro como Estado de mis movimientos, yo también podría llevar ese registro y facilitarles la información de manera pública, en sentido irónico. Se qué las redes sociales como WhatsApp y Facebook, plataformas como Google Maps, etc, tienen ya esa información, pero, la diferencia es que pareciera que la pandemia se ha vuelto un medio para validar y normalizar prácticas estatales de control.