En los últimos 7 años, Niñosaurios se ha vuelto una de las bandas más emblemáticas del país, especialmente del Manso Guayas, donde alguna de sus canciones seguramente ha inmortalizado anécdotas, recuerdos, o momentos de sus fans.

La banda hace de puente, entre la nostalgia y la proyección de un futuro, que no está totalmente perdido, ya que muchas personas ven con añoranza sus legendarias tocadas en Diva Nicotina, donde ponían a saltar y a bailar a todos los asistentes que solo buscaban perderse en sus letras y así olvidarse de la absurda ironía de vivir en Guayaquil.

Ellos representan las emociones de jóvenes de una época atemporal, de seres que se alegran y entristecen, que buscan la fuerza y valentía, sumergiéndose en el mosh de alguna de sus presentaciones para así vencer su propia fragilidad.
Escucharlos es anclarse un en portal de poesía diluida que forma un paisaje calidoscópico de la vida de una generación, el registro de una era que afortunadamente aún no se dejará de escuchar.
Y es que los Niñosaurios siguen siendo clarividentes utópicos de nuestro caos, aún les quedan melodías para derrapar nuestros sentidos, por eso hoy en Infograma, les traemos esta entrevista con los ensambladores de tanta locura, que viene de la mano de “Un día como todos los demás”, su segundo material discográfico que ve la luz 8 años después de haber lanzado “Todo el Universo, 2012” su primer álbum.
ENTREVISTA:

1-JF: “Un día como todos los demás” es un álbum que ve la luz 8 años después del lanzamiento de “Todo el Universo”, su primer disco publicado en el año 2012, ¿a qué se debe el paso de tantos años para escuchar algo nuevo de la banda?
N: Son 7 años de conciertos, grabaciones y producción del proceso de la realización del disco, así que hemos dejado que el tiempo pase para hacer que las canciones maduren poco a poco y sea así un álbum que se añeje bien.
2-JF: Llevan más de una década haciendo escena, ¿cómo ha sido ese proceso de evolución de Niñosaurios que se puede palpar en su nuevo disco?
N: El nuevo disco es un giro total en comparación con nuestro disco anterior, son como un Yin Yang, el primero es largo, con mucha producción, arreglos e instrumentos variados. Este, en cambio, es más compacto, con frases más directas y alegres, es la banda tocando tal cual toca en vivo.
3-JF: ¿Qué ha significado para ustedes el aporte del Toño Cepeda a Niñosaurios?

N: Toño Cepeda, simplemente es un Niñosaurios más, desde el primer día fue una química brutal y seguimos así, no hay nada mejor que tocar con un genio que sabe reírse de él mismo, así es con Toño, los ensayos son un chiste con profesionalismo.
4-JF: Sus letras son el discurso poético de la juventud, esto los ha consolidado como una de las bandas más legendarias del país, ¿cuándo iniciaron se imaginaron que llegarían a tanto?
N: No, la verdad éramos más como amigos de barrio pensando que la música se iba a escuchar solo en el cuarto donde ensayábamos, creo que en algún momento pensamos que la gente no quería escuchar música fuera de lo convencional, pero los hechos nos fueron demostrando que el público, en general, disfruta mucho más de lo que imaginamos de música compleja y más arriesgada.
5-JF: ¿Con qué bandas les gustaría tocar una vez se permitan los conciertos en vivo?
N: De bandas actuales con Morfeo, Don Bolo, reencuentro Bjorn Borg o Macho Muchacho, Rarefacción.
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