“Recuerdo el milagro, pero no el Santo”.

Apurémonos fuera de todo tipo de teorías para hacer bien el cálculo,
de tal forma, que las conversaciones no sean molestas, ni espantosas,
ni nos hagamos pedazos entre sucesivos acuerdos, olvidos, y desacuerdos.
Esta Nación no puede ser escondrijo, ni barranco, de basuras políticas e intelectuales,
si queremos crecer con nobleza debemos estar obligados a recapitular con decencia
día a día en hacer un país bien pensado.
Por ello, insisto en decirles: “Que lo humano no se maneja a golpes”,
porque seguiríamos alborotando la fiesta de los ignorantes que nunca sabrían explicar sus ignorancias, ni sus indecencias morales.
Si la mayoría no entiende que a cada “sapo”
hay que sentenciarlo y condenarlo sin perdón alguno, la Patria jamás será realmente sagrada.
TIRO: 38