La crisis hipotecaria del 2008 desencadenó los siguientes eventos relacionados con los emigrantes:
- Miles perdieron sus empleos.
- Sus ingresos económicos se redujeron.
- Afectó el pago de créditos hipotecarios.
- Generó juicios de embargo y desahucios.
- Causó angustia y terror a miles de familias.
Ante esta angustia de miles de emigrantes, el gobierno de ese entonces creó el “Proyecto de presentación de apoyo a la comunidad migrante del Ecuador”.
Esta iniciativa resultó en una tomadura de pelo más para quienes hacen patria lejos de la PATRIA.
En la actualidad, la triste historia se repite con la crisis sanitaria que afecta al mundo y que originó crisis económica en todos los países donde hay emigrantes ecuatorianos.
Al recorrer las calles de Barcelona, en España, se observa la cantidad de compatriotas en busca de un trabajo que les permita llevar el pan a la mesa de su casa, y también alimentar las arcas del estado ecuatoriano con las remesas que envían a sus familias.

El tan publicitado proyecto del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Movilidad Humana no sirve para los emigrantes, a pesar de que en uno de sus artículos reza textualmente “ofrecerá asistencia a ellos y sus familias, ya sea que éstas residan en el exterior o en el país”.
Los emigrantes no reciben ningún beneficio, por lo que es hora de exigir los derechos de tener acceso a créditos, becas y capacitación artesanal en las diferentes áreas y de acorde a las exigencias laborales del país en que residen para poder salir de la crisis en que están sumergidos.
Fabricio Guerrero
Corresponsal en Europa