Una familia que conserva su identidad, “se estructura como un todo flexible”, con entereza defiende a cada una de sus partes (miembros) y le proporciona un sentido de bien-estar a través de la pertenencia, eso los hace inmunes a frustraciones o a sobreexcitaciones como grupo familiar, ya que siempre hay alguien recordándoles lo frágil que una familia puede ser, y lo fuerte y honestos que fueron sus ancestros.
Por ello, celebran la decisión de cada uno de sus miembros, y cuando se buscan respuestas y soluciones a los problemas de la vida; siempre recurren a la voz oracular de la memoria ancestral.